Nuestra Historia
A inicios del siglo XX, entre guerras europeas, llegó uno de muchos italianos a Guayaquil. Descendiente de familia de artesanos y mecánicos; curioso y trabajador como todo migrante aprendió cuanto oficio pudo. Las máquinas y la creatividad chocolatera llenaron su vida. A su familia transmitió esa curiosidad y amor infinito por la tierra que los acogió.
Su hijo siguió sus pasos, inventando máquinas y procesos industriales para productos alimenticios que hoy en día ocupan los primeros lugares de exportación del Ecuador. Junto con su mejor amigo iniciaron la producción de chocolate fino de aroma en el país. Lograron posicionar al Ecuador no solo como un productor de materia prima de cacao sino como un país capaz de desarrollar industria de alta calidad. Su producción y sabor de chocolate fino de aroma es reconocida por expertos alrededor del mundo.
Se casó con la hija de un empresario manabita que llegó a Guayaquil para establecer su casa comercial y llevar las mejores producciones de cacao y café al mundo. Su casa en la calle Panamá sobre las bodegas de cacao siempre estaba llena del aroma inigualable del Cacao Arriba que se entrelazaba con los sabores de la cocina manabita y continúan acompañando la memoria de toda su familia.
Hoy sus descendientes deciden reconocer a sus abuelos llevando la historia del cacao al mundo, como un caudal que nace de río arriba para inundar los paladares con la esencia más auténtica del Ecuador